Claudia Baeza Rosales
Resumen: Encontramos el concepto de transmisión desde los inicios del psicoanálisis, utilizado por distintos autores y teorías. Sin embargo, creo que es interesante pensar este concepto en relación a ciertas instituciones que han sobrevivido durante décadas conservando sus orígenes basados en un pensamiento y trabajo analítico, como lo son la Clinique de la Borde y Le Jardin Couvert, en Francia.
Palabras claves: transmisión – instituciones – psicoanálisis – origen
La clínica de la Borde, es una clínica psiquiátrica que acoge a pacientes psicóticos, en su mayoría esquizofrénicos. Su organización y funcionamiento están basados en la psicoterapia institucional de Jean Oury, fundador de la clínica, que trabajó desde su apertura en el año 1953 hasta su muerte en 2014, influenciados por el psicoanalista Félix Guattari, quien dirige la clínica de la Borde junto a Oury hasta el día de su muerte en 1992.
El Jardin Couvert, fundado 5 años después que la Maison verte por Francoise Dolto, como toda casa verde es un espacio de encuentro, donde asisten niños entre 0 y 3-6 años con sus cuidadores y funciona bajo la teoría y pensamiento de su fundadora, quien crea este lugar con el objetivo de hacer un lugar de encuentros, donde circule la palabra y además como forma de prevenir separaciones traumáticas y de pesquisar dificultades tempranas.
En estas dos instituciones, se trabaja de manera diferente al trabajo que uno acostumbra ver en las instituciones tradicionales, no existe ni el encuadre ni la relación habitual médico-paciente tradicional, esta forma de trabajo se ha mantenido y conservado desde que las instituciones fueron fundadas. Otro punto en común, que a mi juicio es muy interesante, es que ambas instituciones conservan sus bases teóricas y pensamiento analítico, el cual se mantiene protegido y se ha transmitido de generación en generación.
Año tras año, grupo tras grupo, se relatan historias en relación a su creación, en relación a los fundadores y se piensa en conjunto las bases que sostienen ambas instituciones, las cuales están protegidas por marcos teóricos psicoanalíticos.
Me parece muy importante comprender cómo estas instituciones han logrado permanecer en el paso del tiempo, sosteniéndose desde sus orígenes, resguardando el pensamiento analítico y sus lineamientos.
¿Qué entendemos por transmisión?
Transmission (en francés) o transmisión se define como acción de transmitir, de hacer pasar cualquier cosa a alguien, que es el resultado de esta acción; Transmisión de lenguaje, de nombres, de tradiciones. También podemos entenderla como la transmisión social: conjunto de procesos por quienes los elementos de civilización se propagan en las sociedades humanas.
Action de transmettre, de faire passer quelque chose à quelqu’un; résultat de cette action. Transmission
du langage, du nom, des traditions. Transmission sociale. Ensemble des procédés par lesquels des éléments de civilisation se répandent dans les sociétés humaines« (Willems 1970).
En el campo analítico, la transmisión podría entenderse como: Trans: más allá. Travesía. Traspasar: hacer pasar a otro alguna cosa. Atravesamiento, ruptura, superación y se diferencia también de la enseñanza.
¿Cómo entiende el psicoanálisis el concepto de transmisión?
El psicoanálisis pone de relieve la cuestión de la transmisión, siendo desde un principio conflictual. Freud se preguntó sobre cómo el psicoanálisis iba a transmitirse e intentó formular respuestas a la pregunta: ¿Es posible enseñar el psicoanálisis en la Universidad? Y es acá donde Freud, propone que lo que diga el analista en su lugar de transmisor sea un estímulo para quien lo escucha, a quienes les pide un esfuerzo en su pensamiento. Además advierte que el psicoanálisis es una viva experiencia, señalando que sólo la universidad puede beneficiarse con la incorporación del psicoanálisis en sus planes de estudio, pero que el estudiante nunca podrá aprender cabalmente el psicoanálisis, dado que la operación respecto de la elaboración de un saber es en el análisis mismo. Dice Freud (1919): “Efectivamente es así, si encaramos el ejercicio práctico del análisis, pero para el caso bastará con que aprenda algo del psicoanálisis y lo asimile” pág 171. Y señala que al ubicar al psicoanálisis en relación a la Universidad este queda en un sitio de exclusión.Si seguimos esta lógica de relacionar la transmisión con la enseñanza del psicoanálisis, cabe señalar que Freud consideraba la educación como un imposible y en 1937, nos señalaba “…pareciera que analizar sería la tercera de aquellas profesiones «imposibles» en que se puede dar anticipadamente por cierta la insuficiencia del resultado. Las otras dos, ya de antiguo consabidas, son el educar y el gobernar…” pág. 249. En relación a esto, en “Nuevas lecciones introductorias al Psicoanálisis”, Freud (1932-1933), manifiesta que lo único que puede hacer sería comunicarles observaciones que, por lo menos, tienen con el análisis la relación de haber sido hechas durante el tratamiento analítico.
Encontramos también en el desarrollo de su teoría que se dirige a todos aquellos que se interesen en el psicoanálisis invitándolos a pasar por la experiencia del análisis para no caer en un análisis salvaje. Cuestión que pone de relevancia la importancia del trabajo de la experiencia en análisis y en relación a esto señala Freud (1918-1919), refiriéndose a la formación en psicoanálisis: “En cuanto a su experiencia práctica, aparte de adquirirla a través de su propio análisis, podrá lograrla mediante tratamientos efectuados bajo el control y la guía de los psicoanalistas más reconocidos” pág. 169.
En 1925, Freud cuando se refiere a los tres oficios imposibles, señala que de hacer una última inferencia, ya no a la pedagogía, sino a la posición del pedagogo, que cuando este ha aprendido el análisis por experiencia en su propia persona, habilitándose para aplicarlo en apoyo de su trabajo, es preciso, concederle el derecho de practicar el análisis, y no es lícito estorbárselo por estrechez de miras.
Freud, se ubica en el lugar de transmisor y desde allí manifiesta que se trata de una posición en la que el decir debe ser estímulo, causa, que invite a quién escucha a pensar. Nos aconseja que lo que tengamos para decir propicie la escucha del sujeto para quien será necesario efectuar un esfuerzo de pensamiento, un trabajo psíquico. Freud acá pone de relieve que el psicoanálisis no puede ser comprendido como pura técnica. Así es como el legado Freudiano nos deja como marco de la formación: análisis, supervisión y estudio de la teoría. Y es aquí donde podríamos pensar que entra en juego un cuarto elemento: la transmisión.
El analista será quien ofrece sus testimonios, sus experiencias, la lectura de lo escuchado y cierta articulación de esto con el campo teórico, es decir será el analista quien transmitirá sus conocimientos y experiencias, como Freud lo hizo en su momento.
¿Cómo comprendemos la transmisión desde el pensamiento fundador de las instituciones destacadas?
Jean Oury funda la Borde en 1953, inventa y desarrolla bajo la teoría y enseñanza de Lacan un gran número de herramientas teóricas y una praxis y desarrollo de una forma de vivir que apuntan a la des-alienación de la institución, que harán de la clínica el ejemplo mismo de una utopía realizada. Dirige la clínica durante casi toda su vida acompañando gran parte de esta, del psicoanalista Félix Guattari quien trabaja con los pacientes de la Borde, pero además desarrolla sus libros, sus trabajos en este lugar e invita a sus amigos intelectuales de la época y estudiantes a visitar y a conocer esta nueva forma de vivir.
La Borde ocupaba un lugar privilegiado para sus fundadores, para los trabajadores y para todos quienes la visitaban, era el modelo a seguir de muchos, una ilusión y utopía. Hasta hoy que sigue recibiendo pasantes de todo el mundo que llegan buscando conocer esta nueva forma de trabajo y nueva forma de vida, quienes salen atravesados de algo que va mucho más allá que un aprendizaje técnico o teórico, como podría ser en el ámbito de lo académico.
Lo cotidiano, lo colectivo, el ambiente, la acogida y la admisión, los encuentros, las constelaciones, la transferencia disociada y multireferencial, lo abierto y lo cerrado, la convivencia, los lugares de agrupaciones, las reuniones, el Club. Cada término y concepto utilizado muestra lo propio y particular de la vida dentro de esta institución.
La organización de la clínica de la Borde está configurada en torno a distintos espacios, reuniones, talleres, personas que circulan en la clínica. Cuestiones tan concretas y particulares como un libro/diccionario, que es transmitido a los pasantes y nuevos trabajadores cuando llegan,que se llama « Terminologie en usage a la Borde ». Terminología que se utiliza en la Borde y trae escritas ciertas expresiones o palabras que son utilizadas únicamente dentro de la institución: (le poisson pilot o pez piloto: señala a quién hace el tour por la clínica. L’orange accueil o la naranja acogida: primera reunión de la mañana).
Así como este diccionario, existen otras instancias propias de la cotidianidad de la clínica, famoso diario de noticias « labordianas », los talleres y bibliotecas, como distintas reuniones semanales donde se abordan distintas temáticas.
Dentro de muchas reuniones, se repiten ciertas preguntas a las cuales nadie intenta responder: ¿Qué es la psicoterapia institucional? ¿Qué hubiese hecho o dicho Oury en esta situación? ¿Qué hacemos con los cambios que nos son impuestos desde el exterior?, ¿Cómo responder a ellos sin modificar nuestro trabajo? Hay algo o mucho que está en constante retorno.
Oury año tras año trabajaba para transmitir su experiencia en la clínica, además de recibir pasantes durante todo el año y nuevos visitantes todas las semanas, apoyado en la teoría lacaniana y en su propio análisis con Lacan de más de 20 años, contando con el trabajo durante años de Guattari.
Si vamos al desarrollo de la enseñanza de Lacan durante su carrera, éste sostiene la ética del deseo, permitiendo una lectura diferente de la clínica psicoanalítica. También atravesado por la política en ese periodo, no dejó de hacer circular su palabra, y fundó la Escuela Freudiana de París por el 1964, como forma de trasmitir el psicoanálisis. Para él, como para Freud, el analista no hace de su función profesión, sino deseo que causa y encausa su quehacer, en la función deseo del analista. Desde aquí surge una enseñanza diferente, más que de un saber enciclopedista, surge la cuestión de la transmisión de un deseo. Lacan sigue con esta propuesta, sólo la enseñanza es posible, no desde lo pedagógico, sino desde la posición del analizante, aprendiz de su propia experiencia.
Guattari, formado con Lacan, quien luego genera su propia teoría, conocido principalmente por su trabajo con Deleuze y por la polémica de sus obras, se caracteriza por la ruptura con una forma de pensar y hacer filosofía, análisis y con la formulación de una nueva teoría del deseo.
Si nos detenemos acá, uno de los puntos que son señalados y abordados en la Borde, es la importancia del deseo, de que el deseo se hace camino al andar, por la libertad, por azar, por un encuentro y no en lineamientos técnicos. Y la importancia de la palabra, donde todos tienen algo que decir y que debemos escuchar eso que se dice, y quien no puede decir mucho debe ser cuidado y atendido por el colectivo, por la organización de la clínica en su totalidad.
Otro concepto abordado respecto a la enseñanza, es la experiencia, el encuentro con la psicoterapia institucional, la experiencia del encuentro con el otro y la experiencia de ese encuentro en su totalidad.
En el Jardin Couvert, casa de encuentro y acogida de niños y sus acompañantes, me parece interesante señalar el procedimiento de acogida a un nuevo integrante del equipo o pasante.
El equipo todos los años fija una reunión informativa, donde asisten interesados en aprender la forma de trabajar y se les transmite lo que consideran necesario, pasando por la historia de la institución y su creación. Luego de esta reunión informativa, cualquier persona que haya participado de ella, puede acceder a pasar una media jornada en el centro trabajando como « accueillant de passage » acogedor de pasada o transitorio-traducción literal-, participando antes de una entrevista con una dupla del equipo quienes explican profundamente el trabajo de la institución. Luego de esta entrevista, la persona interesada puede decidir si hacer esta primera jornada o no. De decidir hacerlo, te aconsejan tener otra entrevista para hablar sobre lo vivido y además decidir si pasar una segunda tarde en la institución. Así sucesivamente, hasta que entre el equipo y el interesado se considere que está preparado para trabajar como “accueillant” sea en la institución o para crear una casa verde en otro lugar del mundo. Este proceso absolutamente particular y personal puede durar años, no hay un tiempo pre-fijado, ni tampoco un mismo tiempo para todos. Es un proceso que funciona y que está pensado como una forma de ver si el deseo de trabajar en la institución perdura en el tiempo.
En esta casa, como en toda casa verde con la estructura de Dolto, se realizan constantemente reuniones de equipo y de análisis del funcionamiento de ésta, donde se trabajan preguntas que nacen del equipo, de los pasantes y situaciones que aparecen en este jardín de encuentros y de acogida de niños pequeños y sus acompañantes. Hay ciertas preguntas que vuelven una y otra vez: Qu’est-ce que c’est l’accueil? ¿Qué es acoger? ¿Qué nos hace acogedores? ¿A qué nos remite la acción de acoger?
En estas dos instituciones prima la experiencia de lo vivido, el encuentro con el otro. No hay reglas de funcionamientos precisos, ni tampoco un método que sea aprendido, si bien hay una teoría de base que resguarda el pensamiento y la toma de decisiones para el trabajo, no existe una formación sobre técnicas.
No hay espacios ni instancias donde se señale lo que hay que hacer o la manera de hacer las cosas, los límites con los pacientes, en el caso de la Borde, y cómo acoger a los niños y a sus cuidadores, como es el caso de las casas verdes. En estas dos instituciones prima la espontaneidad de las situaciones cotidianas, dificultades que pueden presentarse a la hora de comer, como a la hora de jugar. Normas o límites que se pueden transar, ciertas reglas que se deben proteger, como es el caso de los límites y las separaciones de espacios en las casas verdes que los niños no deben transar y las relaciones sexuales en la Borde, que están prohibidas.
Françoise Dolto además de ser reconocida por su teoría, es reconocida por la transmisión de su saber, en el cual ella comparte su práctica con el interés de llegar a otros profesionales de salud, a educadores y a padres o cuidadores. Ella comparte esta práctica abiertamente, rompiendo con las tradiciones de los psicoanalistas de la época. Formada bajo la enseñanza de Lacan, participa durante años de sus seminarios y luego hizo su propio camino.
Dolto siempre estuvo preocupada trabajando por los “buenos cortes” o cortes “humanizantes” en el desarrollo del niño, es por esta razón que la casa verde comienza como un proyecto para transmitir a padres e hijos como vivenciar las separaciones tempranas sin que sean vividas de forma traumática, donde se “trabaja por la prevención de la separación que es lo mismo que la prevención de la violencia y con ello, de los dramas sociales” (Doltó, 2004, p. 340). Sin embargo, Dolto nunca transmitió técnicas ni un saber dogmático, simplemente pensar sobre diversos temas como la práctica del psicoanálisis con niños, el desarrollo del niño, el lugar del deseo y la palabra.
Dolto dedicó los últimos años de su vida para divulgar conceptos psicoanalíticos tanto en programas de radio como en sus libros, otorgándole un lugar muy importante a la transmisión de su pensamiento. ¿Cómo entendemos la transmisión en estas instituciones? ¿Qué es lo que se transmite? La transmisión, como señalé, tiene que ver con esa acción de pasar algo a un otro. En estas instituciones, podemos pensar que hay algo de la transmisión que comienza desde antes de hacer ingreso a la institución. Podríamos postular que todos o la mayoría llegamos con una o unas representación(es) y con un saber e interés por la institución, que nos hace postular y elegir estas instituciones. Al no ser instituciones tradicionales, todos llegamos a ellas conociendo algo sobre sus fundadores y sobre su modalidad de trabajo o interesados por conocer una nueva forma de trabajo, distinta a la manera tradicional. Hay desde el momento de comenzar el proceso de postulación, un deseo; deseo de conocer, de aprender, de ser parte de una nueva forma de intervención y análisis.
Por otra parte, podríamos pensar que la organización misma transmite una forma de hacer, sin reglas ni métodos, pero todas o la mayoría de las instancias han sido ya pensadas y han pasado por un trabajo de análisis. Si bien pareciera que nada estuviese tan estructurado, todo está en su lugar, nada es porque sí, señalaban los residentes del castillo de la Borde y el equipo del Jardin Couvert, donde todos los juguete tienen su lugar.
En el funcionamiento de los equipos, el análisis constante juega un papel preponderante, donde el consenso está presente en el ambiente y modalidad de trabajo de estas instituciones, quienes pasan mucho tiempo en reuniones, análisis del trabajo y de lo cotidiano, cuestión que indudablemente lleva a vivir bajo consensos y acuerdos, probablemente muchos de ellos inconscientes. Con esto, me refiero a que no son sólo simples acuerdos de acatar propuestas o señalar cambios o acciones concretas, sino a compromisos que se van tejiendo inconscientemente, con el tiempo y en el proceso de lo cotidiano, en la escucha y en la palabra, en el análisis, en lo que hace sentido y en lo que provoca conflicto.
Esto me lleva a pensar en la existencia de cierta transmisión de preguntas, preguntas abiertas, que no esperan ser contestadas, porque no existe una respuesta, preguntas que se crearon probablemente con la idea de sostenerse en el tiempo, preguntas que abren y que traen con ellas nuevos cuestionamientos que aportan a un espacio que se mantiene siempre abierto, que perdura y que han acompañado durante décadas a distintos equipos. Preguntas que se instalan para quedarse, para acompañar la labor y el trabajo diario de quienes son parte de la institución, instituciones que no enseñan directamente una técnica ni un saber académico, sino que apuntan a la experiencia del encuentro con el otro, a la experiencia del encuentro con el psicoanálisis y que transmiten un deseo de continuar con el legado de sus fundadores; de hacer psicoanálisis.
Como señalaba Freud, el psicoanálisis no puede ser transmitido como pura técnica y como planteaba Lacan lo que se transmite es el deseo, y en estas instituciones queda muy claro que lo que se transmite es un deseo de hacer psicoanálisis en la institución.
En estas instituciones hablan los discursos, se sostienen discursos psicoanalíticos y sostener entonces un discurso, no es la enseñanza de un saber cerrado, de una verdad sino una transmisión que implica un análisis. Si algo aprendí de los seminarios realizados en la Borde y de las reuniones en el Jardin Couvert es que el análisis se instala alrededor de una falta, hay algo que falta en el saber y desde ahí hacemos análisis. Sostener un discurso, vendría siendo distinto a lo académico o universitario, se trata entonces de una transmisión que no se encuentra apresada bajo los efectos de la institución tradicional, bajo los efectos de poder, bajo los efectos de lo jerarquizado y de lo institucional-normativo, sino de estimular y encausar el pensamiento, conservar el deseo del análisis constante de la institución y de nuestro quehacer cotidiano en la institución.
Referencias bibliográficas
– Dolto, F. (2004). La causa de los niños. Paidós, Buenos Aires.
– Dolto F. (1985).La cause des enfants [La causa de los niños]. París, Robert Laffont, 469 págs.
– Dolto F. (1986). La Maison Verte, un lieu de vie [La casa verde, un lugar de Evnid:aL].a difficulté
de vivre. París, Vertige du Nord Carrere, pág4s.03-420.
– Freud, S. (1919 (1918)), “¿Debe enseñarse el psicoanálisis en la universidad?”. En Obras Completas, Amorrortu, Vol. XVII, Buenos Aires, 1992.
– Freud, S. (1937) “Análisis terminable e interminable”. En Obras Completas, Amorrortu, Vol. XXIII, Buenos Aires, 1992.
– Lacan, J. (1969-1970)El seminario, Libro 17. El reverso del Psicoanálisis. Paidós, Buenos Aires, 2002.
– Laurent, E. (1999-2000) “¿Cómo se enseña la clínica?”. Cuadernos del Instituto Clínico de Buenos Aires, Buenos Aires, 2007.
– Oury, J. (2017). Libertad de circulación y espacios del decir. En Vida Cotidiana, Santiago, Chile.